Actividad física regular
El ejercicio no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la función cardiovascular, reduce el colesterol malo, aumenta el bueno y controla la presión arterial. Las rutinas de fuerza, por ejemplo, han demostrado ser eficaces para reducir los síntomas de la menopausia y proteger la salud del corazón.
Los expertos recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada, combinada con ejercicios de fuerza dos veces por semana.
Alimentación equilibrada
Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y ácidos grasos saludables (como los del pescado y las nueces) es fundamental para mantener el colesterol y la glucosa en niveles adecuados. Reducir el consumo de sal y grasas saturadas también ayuda a evitar la hipertensión y las enfermedades cardíacas.
Control del peso y combate del sedentarismo
Durante la menopausia, muchas mujeres tienden a aumentar de peso, sobre todo en la zona abdominal, lo cual está relacionado directamente con un mayor riesgo cardiovascular. Esta tendencia puede deberse a una combinación de factores hormonales, metabólicos y conductuales. Combatir la inactividad física y mantener un peso saludable es esencial para proteger el corazón.
Salud emocional
Los cambios hormonales también pueden influir en el estado de ánimo y aumentar el riesgo de depresión o ansiedad, lo que a su vez puede afectar negativamente la salud del corazón. Cuidar la salud mental, buscar redes de apoyo y, si es necesario, acudir a profesionales, es parte de una buena salud integral.